Apartamentos en Jerez de la Frontera

La campiña de Jerez es mundialmente conocida por su clima, sus gentes, su localización y, por supuesto, por su vino. Los caldos jerezanos son el centro de gravedad de la gastronomía gaditana, además de ser protagonistas principales de eventos culturales como la Feria de la Vendimia.Se trata de una fiesta que en pleno otoño da vida al casco antiguo de la localidad, donde la arquitectura tradicional de Andalucía se funde con el encanto de la pisá de la uva. Una unión perfecta para el visitante que busque un buen alquiler de temporada en Jerez de la Frontera, con sus patios interiores embellecidos con arrayanes y sus azoteas amplias para disfrutar del clima jerezano.

Apartamentos vacacionales en Jerez de la Frontera

Ciertamente, el centro es una de las mejores opciones para buscar alojamiento en Jerez de la Frontera por la gran concentración de puntos de interés que quedan a un paso. La Plaza del Arenal, el Alcázar, la Colegial... son algunas joyas patrimoniales sitas en el corazón histórico de la ciudad que se pueden visitar en cuestión de minutos. Todo un lujo.Lo mejor es que cualquier época del año es buena para descubrirlas. Con el buen tiempo, pasear por el Arenal siempre merece la pena, sobre todo cuando la plaza se cubre de arena para rememorar los juegos y torneos que en ella tenían lugar. En cuanto a la Colegial, el mejor momento para visitarla es en Semana Santa, especialmente durante la recogida del Cristo de la Viga.

Alojamiento en Jerez de la Frontera

Está claro que alojarse en el casco antiguo tiene sus ventajas, pero hay muchos apartamentos en Jerez de la Frontera igual de atractivos a las afueras. Es el caso de las 'casitas bajas' del antiquísimo barrio de Picadueña o las 'casas de vecinos' del emblemático barrio de Santiago, ambos a un paso de las bodegas con más solera de Cádiz, de uno de los zoológicos más importantes de Europa y de la escuela ecuestre más famosa del mundo.El plan es simplemente genial: desayunar en un auténtico patio de vecinos, tomarse un finito en una bodega centenaria, pasarse por una peña flamenca para escuchar un buen cante y maravillarse con el baile de los caballos andaluces. Si encima se tiene la suerte de pisar Jerez en el mes de mayo, se puede rematar la faena bailando un par de sevillanas en la Feria del Caballo.