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¿Una ciudad en Andalucía con la nieve al fondo? Existe, y se llama Granada. Sierra Nevada a un paso, colocada para hacerle fotos de postal desde el Mirador de San Nicolás. Pero, antes que todo, Granada es La Alhambra, la maravilla para la que no existen suficientes palabras, ni en un diccionario ni en un poema de Lorca, a quien Granada caló como un cante flamenco.
Granada es el Paseo de los Tristes. Granada es el gitano Sacromonte y las bebidas con tapas gratis. Granada es, siempre, la Alhambra. Porque no hay visita a Granada que no contemple y quiera contemplar una de las maravillas de Andalucía. Granada es dormir y soñar con otros tiempos, otras culturas y con una ciudad que deja huella.
Cada mañana, Granada mira a la Alhambra y se hipnotiza con su belleza
Una tarde en Granada te llevará sin falta a la Calle de las Teterías. Aperitivo perfecto antes de que la ciudad te presente su oferta de tapas y refrigerios. Turistas, locales, estudiantes universitarios… Granada es una ciudad llena de vida, y se nota en cada esquina.
Comer en Granada es un placer no solo por los sabores sino también por el ambiente. En cualquier caso, hay unos cuantos imprescindibles cuando se trata de gastronomía.
Hablas con jamón: y es que el jamón es un ingrediente tan clásico como delicioso.
Olla de San Antón: uno de esos platos para combatir el frío del invierno.
Gazpacho andaluz: no hay un plato más clásico en tierra andaluza.
Choto al ajillo: cabrito (o choto) en una receta simple pero sabrosa.
Tortilla del Sacromonte: sesos, criadillas y una tortilla no apta para todos los públicos.
Despertar con el frescor de la mañana antes de que empiecen los calores del sur. Acercarse a La Alhambra, siempre objetivo número uno en una visita a Granada, y disfrutar de cada uno de sus rincones. De postre, los jardines del Generalife y volver a la realidad y al presente andando por la ciudad de hoy. ¿Calienta mucho el sol? Hora de una siesta, como está mandado.
Subir y bajar por la Calle de las teterías. Tomar un té, y hablar de la Alhambra con tus compañeros de viaje. Una tarde no sería suficiente para recordar las maravillas de esa maravilla y del Generalife. Pero deberá bastar si no quieres quedarte sin su Catedral, el Paseo de los Tristes o el flamenco más auténtico. Estás en Granada, la tierra donde las culturas se mezclaron y dejaron huella.
La vida universitaria es eso mismo para Granada: vida, mucha vida. Las fiestas de Primavera y Cruces están marcados en rojo en las agendas de los jóvenes, que lo celebran por todo lo alto. Lorca y sus recuerdos, el flamenco de las cuevas en el Sacromonte, una noche de tapas y cervezas… Granada es una de aquellas ciudades en las que te querrías quedar a vivir. Por algo será.
Del Sacromonte al Albaicín, Granada es imprescindible si viajas al sur de España. Andaluza y llena de vida, es un acierto seguro. Y es que Granada vive del pasado y del presente. Te acercará a algunas de sus muestras del pasado y a unas tapas que recordarás en el futuro, cuando abandones la ciudad. Y entre pasado y presente, Granada guarda muchas curiosidades.
Temperaturas extremas: de cero grados a más de 35 durante las distintas épocas del año.
Fútbol: el Granada no tiene la historia de otros clubes, pero ha estado en la Primera División de España.
Cruces: así se conoce una de las fiestas más populares de la ciudad.
Esquí: que no te engañen. Granada está en el sur, pero la nieve está muy cerca.
Reloj de sol: las distintas salas de la Alhambra se dividen teniendo en cuenta la luz del sol.
No te engañes. Ningún alojamiento que puedas encontrar en Granada será como La Alhambra. Aunque casi mejor, y es que necesitarías un regimiento de trabajadores para mantenerlo un poco en condiciones. Lo que sí encontrarás en Granada son vistas: a Sierra Nevada, a la misma Alhambra, a la catedral…
Para experiencias auténticas, no puedes dejar de visitar o alojarte en la zona del Sacromonte. Sus famosas cuevas son refugio del flamenco y la casa tradicional de los gitanos de Granada. Otro mundo.
Granada es una ciudad de postal. Granada son tapas y flamenco, lo gitano y lo árabe. Granada es riqueza cultural y vida estudiantil; es pasear por los jardines del Generalife y recordar el pasado en los Bañuelos. El centro es siempre una buena opción. Cerca de ahí, bohemio y distinto, te espera el Albaicín, un barrio único y especial.