La Costa Brava tiene un potencial indiscutible cuando se trata de planificar el verano. Calor y playa es lo que buscan las incontables personas que, procedentes de todas partes del mundo, eligen cada año la ciudad de Tossa de Mar para alquilar un apartamento vacacional. Las exquisitas temperaturas de la región, sofocadas por el alivio del Mar Mediterráneo siempre presente, propician que los paseos y las veladas al aire libre se alarguen durante todo el día y, si el cuerpo aguanta, durante toda la noche. Tossa de Mar es el destino perfecto para todo tipo de vacaciones, ya se disfruten en familia o con amigos. La cartelera de posibilidades se adapta a toda clase de público para garantizarle al viajero una experiencia única y sin igual.
Amalgama a pie de costa
El Castillo de Tossa de Mar es el símbolo de la ciudad por antonomasia. Se conserva en un magnífico estado y nadie que haya visitado la ciudad se irá de ella sin haberlo fotografiado un centenar de veces desde todos sus ángulos. Lo rodea una muralla que abraza el casco de la antigua Vila Vella, en la que todavía hoy residen multitud de tosenses. Además de tener un centro único capaz de trasladar al visitante a épocas pasadas, el enclave natural de la ciudad ofrece unas vistas sin igual. El mar y los acantilados son otro de los sellos de la ciudad. Hay barcos turísticos para conocer los recovecos y encantos de la costa tosense, que cuenta también con un paseo marítimo perfecto para el paseo y las compras de todo tipo.
Alquilar un buen verano
La gran misión de todo verano es dar con un apartamento vacacional que cubra todas las necesidades del viajero. Como Tossa de Mar es una ciudad acostumbrada a recibir visitantes durante todo el año, su oferta en este sentido es amplia y muy variada. Alquilando un apartamento de temporada en cualquier punto de la ciudad, o incluso a las afueras, el visitante podrá aprovechar al máximo su estancia en la Costa Brava. Estar bien situado es fundamental para poder conocer los alrededores de la ciudad y, sobre todo, para poder descubrir todos y cada uno de los rincones que ofrece la antigua villa romana de Tossa de Mar, que a día de hoy puede explorarse por tierra, mar y aire.