2.201 apartamentos en El Palmar. ¡Resérvalo antes que nadie!
Apartamentos y casas vacacionales desde 41€/noche
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
A simple vista, El Palmar parece un punto más en el mapa canario por su reducido tamaño. Pero como dice el refranero, las cosas buenas vienen en tarros pequeños, y esta localidad tinerfeña no es la excepción que confirma la regla. En este caso, la relevancia reside en su patrimonio inmaterial.Un patrimonio que tiene como joya de la corona la Fiesta de Nuestra Señora de la Consolación, una celebración con la que los buenavisteros dan la bienvenida al otoño a la par que convierten el pueblo en un escenario muy particular. En él se suceden todo tipo de eventos tradicionales; siendo el más destacable el de los bailes de las libreas, una serie de danzas que rescatan la eterna dicotomía entre el bien y el mal.
El otoño es sin duda la mejor estación para buscar alquiler de temporada en El Palmar, un momento único para disfrutar no solo de los bailes centenarios de la región, sino de la música y la poesía típicas de Tenerife. Todo este arte se funde en el tajaraste, donde la improvisación vocal se mezcla con romances tradicionales mientras diferentes parejas danzan agitadamente siguiendo melodías y ritmos prehispánicos.Está claro que la riqueza cultural de este centro urbano de Buenavista del Norte es razón más que suficiente para buscar alojamiento en El Palmar, pero por si fuera poco, ahí van tres razones más: el buen clima que reina todo el año, la cocina local y las maravillas naturales presentes en el noroeste de Santa Cruz de Tenerife.
Lo mejor de alojarse en uno de los apartamentos en El Palmar es que no hay plan que pueda salir mal. Para empezar, el visitante puede descansar en una casa de piedra volcánica, desayunar un par de rebanadas de pan de gofio y darse una vuelta por los Carrizales para disfrutar de las vistas del macizo de Teno o, si la aventura lo pide, perderse algo más al sur y asomarse al Atlántico desde los acantilados de los Gigantes.Independientemente del itinerario, los miradores naturales, los volcanes dormidos y el buen tiempo van a ser la tónica del viaje, especialmente si el camino conduce al visitante hacia el parque nacional el Teide para contemplar el drago de Icod de los Vinos, pasando antes por la reserva natural de Chinyero.