Apartamentos en Cuenca, la ciudad de las Casas Colgantes
Guardada por las hoces de los ríos Júcar y Huécar, la ciudad de Cuenca oculta un sinfín de tesoros que merecen ser descubiertos alguna vez en la vida. Alquilar un apartamento en Cuenca durante el verano puede ser una gran idea para conocer las maravillas de esta región manchega que, además de ofrecer planes perfectos para las escapadas en familia durante el día, cuenta con una gran oferta nocturna para el tapeo, el ocio y las salidas románticas.
Oferta cultural, natural y gastronómica
La región conquense tiene poco que envidiarle a sus vecinas manchegas cuando se trata de ofrecerle al visitante una experiencia inolvidable. Además de tener un casco antiguo mágico, conquistado por un empedrado permanente que acompaña al turista en todo momento, su grandeza arquitectónica se vale por sí sola para dejar boquiabierto a todo el mundo. Las Casas Colgantes son las grandes protagonistas de la ciudad, pero los encantos de la Catedral, el Ayuntamiento o el Puente de San Pablo sobre el Huécar hacen que pasear por la ciudad sea una constante caja de sorpresas. Abundante en museos y alrededores únicos, Cuenca es un destino perfecto para las familias con niños. La Ciudad Encantada, la mina romana de Torrejoncillo del Rey o el Museo Paleontológico son algunos de los imprescindibles de la región, que no podrá conocerse del todo hasta haber degustado el típico morteruelo de Cuenca.
Alojamiento vacacional a un paso de todo
Muchos empiezan ya a pensar en el alojamiento de sus vacaciones de verano, pero lo cierto es que la oferta para alquilar apartamentos en Cuenca es variada y abundante. Hay apartamentos de todo tipo repartidos en puntos muy diversos de la provincia, así que el viajero podrá encontrar el que mejor se ajuste a sus necesidades sin ninguna dificultad.Los amantes de la Serranía de Cuenca, las rutas de montaña y el senderismo podrán hospedarse en lugares únicos con un entorno natural digno de conocer. Quienes busquen empaparse de la cultura y la tradición conquense, por otra parte, podrán elegir quedarse en el centro histórico de la ciudad, donde todo les quedará verdaderamente a mano. En familia o con amigos, lo que está claro es que el viajero y visitante se despedirá de Cuenca con buen sabor de boca y con la sensación de que, como siempre, sus vacaciones fueron demasiado cortas.