El Algarve es, ante todo, un paraíso de playas, acantilados y atardeceres brillantes. Bañado por el Atlántico y con aroma a mar, este rincón del sur de Portugal atrae cada año a viajeros en busca de sol, naturaleza y buena gastronomía. Es un lugar donde los días son tranquilos, pero a la vez repletos de posibilidades: golf, surf, paseos en barco… Un destino al que volver, una y otra vez.
"El Algarve es sol, mar y descanso. Un refugio atlántico al que siempre querrás volver."
El Algarve es la combinación perfecta de playas de arena dorada, pequeños pueblos pesqueros y ciudades con encanto. Desde la bulliciosa Albufeira hasta la histórica Lagos, pasando por la capital de la región, Faro, hay un Algarve para cada tipo de viajero. Y todo con el calorcito de un clima suave y la brisa atlántica que tanto gusta.
Alquilar un apartamento en el Algarve significa libertad absoluta para explorar sus paisajes costeros, sus calas escondidas y sus pueblos de espíritu marinero. Además, es una opción cómoda y económica para familias, parejas o grupos de amigos que busquen un alojamiento con espacio y, por supuesto, con sabor local.
Con el alquiler de apartamentos en la zona, podrás empezar el día con un café mirando al Atlántico. Después, la ruta es tuya: acantilados de infarto en la costa vicentina, un chapuzón en la famosa Praia da Marinha o una visita a la fortaleza de Sagres, en el extremo más suroccidental de Europa. Y al anochecer, nada como volver a esa “casa temporal” que te permite vivir el Algarve a tu ritmo.
El Algarve es también gastronomía. Platos marineros como la cataplana, sardinas asadas o guisos de pescado dan fe del carácter pesquero de la región. Y para acompañarlos, vino portugués (o una cervejinha bien fría). Porque en esta región, la cocina sabe a océano y a la vez a tierra adentro.
La mejor forma de disfrutarlos es mezclarse con la vida local: visitar los mercados de pescadores en Portimão o Loulé, probar los dulces de almendra o higo… ¡o sentarse en una terraza con vistas al Atlántico! Buen comer y buen ambiente, eso es el Algarve.
No hay prisa en el Algarve. Sus días largos de sol invitan a descubrir lugares emblemáticos como el casco antiguo de Faro, con su muralla y su ambiente estudiantil, o la elegante Tavira, atravesada por el río Gilão. El interior de la región guarda pueblos tranquilos y la esencia de la Portugal más rural.
Para los amantes de la naturaleza, ahí está el Parque Natural de la Ría Formosa, una joya para los observadores de aves y quienes disfruten de paisajes únicos. Y si lo tuyo es el surf o el windsurf, la costa oeste te pondrá a prueba con olas y vientos que cautivan a deportistas de todo el mundo.
El Algarve está bien conectado con el resto de Portugal, lo que lo convierte en un excelente punto de partida para descubrir más allá de sus fronteras costeras. Si te apetece conocer la capital, Lisboa está a un par de horas en coche o tren, con su ambiente cosmopolita y sus barrios llenos de historia.
Pero si tu plan es quedarte cerca, no subestimes la cantidad de excursiones que puedes hacer en la propia región. Desde visitar el icónico Cabo de São Vicente, donde el sol se pone con un espectáculo de color, hasta adentrarte en la sierra de Monchique para disfrutar de sus aguas termales y sus vistas panorámicas.
El Cabo de São Vicente: el fin de Europa en un escenario de acantilados y océano.
Sierra de Monchique: descubre montañas y manantiales termales.
Ruta de los Siete Valles Colgantes: senderismo con vistas a calas y acantilados espectaculares.
¿Aún con dudas sobre dónde alojarte? El Algarve ofrece zonas muy diferentes para tu apartamento de vacaciones. Albufeira para vivir la noche y el ambiente más cosmopolita, Lagos para los amantes de la historia y de las playas con formaciones rocosas alucinantes, Tavira para dejarte llevar por la tranquilidad de sus calles y canales. O quizá prefieras la capital, Faro, con su mezcla de juventud, cultura y sabor portugués.
Además, la región cuenta con kilómetros de carriles bici, paseos marítimos y senderos que recorren sus costas, por lo que disfrutarás mucho del aire libre, ya sea dando una caminata o pedaleando con el Atlántico de fondo. El Algarve es sinónimo de naturaleza, relax y diversión en la misma dosis.