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Ámsterdam es Holanda. Ámsterdam son bicicletas por sus calles, planas y cómodas. Ámsterdam es lo prohibido hecho visible en su Barrio Rojo. Ámsterdam son canales y flores, es arte y es la casa de la pobre Ana Frank. Ámsterdam es una ciudad para andar o recorrer relajadamente sobre una bici. Por eso, y por mucho más, Ámsterdam es una de las ciudades europeas que más gustan para ver, vivir y visitar.
75 kilómetros de canales en la Holanda de las bicicletas
Una ciudad que destaca también por sus museos, pero en la que hay tanto que hacer que tal vez se te olvide entrar en ellos. De la Venecia del norte nos gusta hasta su nombre. Pero no hay que quedarse solo con la idea de una ciudad de tulipanes y coffee shops (donde el café no es lo esencial). ¡Cómete Ámsterdam!
En bici o en barco: recorrer las calles sobre dos ruedas como los locales o un canal en sus ferrys es ya toda una experiencia.
Museumplein: arte, vida y... ¡museos para todos!
Molinos y tulipanes: haberlos, los hay. Uno de esos molinos es ahora un buen lugar para cerveza, y de tulipanes… mejor hablar en primavera.
Parques y más parques: los parques son refugios baratos y toda una de la seña de identidad -y de vida- de la capital holandesa.
Despertar tras una noche de fiesta y clubes. ¿Qué mejor que la calma de los canales para recuperarse? Un paseo de la Plaza Dam a la zona de museos y quedarse como un tulipán con lo girasoles de Van Gogh.
Una primavera llena de color y flores, un Barrio Rojo famoso en todas partes y hasta 75 kilómetros de canales... Amsterdam no es Venecia pero sí un destino de primera en Europa. Tus piernas, una bici, el tranvía y... ¡ a disfrutar!
Ámsterdam es la Venecia del norte. No tiene gondoleros, pero sí canales. Ámsterdam son 75 kilómetros de canales y flores que llenan la primavera. Flores, muchas flores. Amsterdam es la fábrica de Heineken y los girasoles de van Gogh, un paseo por la Plaza Dam y el famoso Barrio Rojo. Amsterdam son mercados navideños y un Barrio Rojo prohibido pero famoso. Ámsterdam son bicicletas y estudiantes, una ciudad moderna pero con tradición.
Tulipanes, molinos, la vecina Bélgica. Cerca de Ámsterdam hay mucho que ver y disfrutar. Si dispones del tiempo suficiente, aquí te proponemos unas cuantas alternativas para poner la guinda a tu periplo por la capital de Holanda. Por días que pasen, ¡querrás más!
Zaansee Schans: los molinos que siempre has imaginado.
Keukenhof Gardens: una primavera florida lo es más en estos espléndidos jardines
Brujas: cruza la frontera y llega a uno de los tesoros de Bélgica.
Volendam: ¿qué tienen los pueblos de pescadores que tanto gustan?
El centro de Ámsterdam es una buena opción si quieres visitar la ciudad. Moverse, a pie, en bici o en tranvía es descubrir por qué los Países Bajos no son tierra de montañas. Lo más parecido al monte, tal vez, sean los espigados holandeses.
El centro de la ciudad te permitirá disfrutar de los museos de Ámsterdam o de sus jardines botánicos. Si quieres un café, las coffee shops son algo un tanto distinto a los de otras ciudades. Algo menos tradicionales, digámoslo así...
Amsterdam centro. ¿Qué y dónde? Busca los canales, que son fáciles de ver en cualquier mapa. Dicho esto, la zona de la Plaza Dam, la estación central o el Barrio Rojo son algunos de los distritos a los que se les puede llamar centro.
Si te decides por el centro, no te hará falta ni bicicleta. Todo está cerca (si te gusta andar), y si no, el tranvía es una excelente forma de moverse de museo en museo.