Apartamentos en San Petersburgo

Imponentes edificios con fachadas palaciegas, iglesias profusamente decoradas, parques inmensos, la ciudad de San Petersburgo sorprende por su grandiosidad y por la perfecta fusión entre lo histórico y lo actual. Visitar museos, recorrer interminables calles comerciales, descansar en los jardines urbanos, la segunda urbe más populosa de Rusia tiene mucho que mostrar al viajero. ¿Qué mejor manera de disfrutar de toda su belleza que optando por pasar unos días de vacaciones en la comodidad y tranquilidad de un apartamento? En el barrio de Admiralteysky, en Ligovka-Yamskaya, en Sennaya, en Lolomna..., con Apartum, encontrar alojamiento en San Petersburgo es sencillo, rápido y seguro.

Apartamentos vacacionales en San Petersburgo: para sentirse como en casa al otro lado del mundo

El Hermitage, conjunto palaciego formado por cinco edificios, cuenta con más de mil salas de exposición que invitan a dar un paseo por la historia del arte, desde la más remota antigüedad hasta el siglo XXI. Otras obras maestras de la arquitectura son sin duda el edificio del Almirantazgo (antiguos astilleros y actual escuela de ingeniería naval), la Catedral de San Isaac o la venerada Iglesia de San Salvador de la Sangre Derramada, situada en la orilla norte del Neva, frente al Hermitage y en la que destacan sus nueve cúpulas policromadas. ¿Una curiosidad? El interior de esta basílica está decorado con más de siete mil metros cuadrados de mosaicos. Entrar y salir a cualquier hora para visitar o, simplemente, pasear ante estos vistosos edificios, cenar temprano para asistir a un espectáculo o levantarse de madrugada a picar algo al frigorífico, todo esto y más está al alcance del viajero que opte por el alquiler de un apartamento en San Petersburgo, alojamientos con todo tipo de servicios para aquellos que aprecian la tranquilidad y la privacidad también cuando están fuera de su hogar.

Avenida Nevski: de los comercios de lujo a los mercadillos tradicionales

La Avenida Nevski es el eje principal de la urbe. En esta concurrida y bulliciosa calle se pueden encontrar los comercios de moda más elegantes pero también tiendas tradicionales que parecen haberse quedado ancladas en el tiempo. Los mercados de productos frescos, como el del barrio de Sennaya, muy próximo a la casa-museo de Dostoievsky o los mercadillos de recuerdos, como el situado en la explanada de la Iglesia de San Salvador, son puntos de encuentro y buenos lugares para conocer, en primera persona, las costumbres y tradiciones de los habitantes de la ciudad. Los alquileres de temporada también son una buena manera de integrarse en los diferentes barrios, hablar con sus gentes, probar las especialidades gastronómicas en los locales más típicos o perderse por calles y plazuelas para descubrir esos singulares rincones que no aparecen en las guías turísticas de la ciudad.