Dubrovnik es una ciudad que solo puede gustar (o enamorar). Despiertas, ves el sol y escuchar las olas del mar Adriático. Das un paseo por la Ciudad Vieja y recorres los dos kilómetros reglamentarios de sus murallas para imaginar el pasado y ver el presente. ¿Hambre? Prueba los sabores del mar en su excelente comida y descansa del sol antes de elegir cómo acabar tu día durante su Festival de verano.
No hay viajero que no se enamore de Dubrovnik. Y es que si hay ciudades que pueden llamarse bonitas, Dubrovnik es una de ellas. Mar, historia, encanto y comida. ¿Hace falta algo más?
"Si viajas a los Balcanes, Dubrovnik es un destino imprescindible"
Ni la guerra ni el terrible incendio de 2007 evitan ya que se pueda disfrutar de la ciudad como lo merece. Si quieres hacerlo al 100%, el casco antiguo de Dubrovnik es sin duda la zona más encantadora. Y, ¿qué lugar mejor para probar su deliciosa comida?
Pescado, marisco, embutido llegado de Dalmacia o Istria… Acércate a una konoba (las tabernas del lugar) y disfruta de las delicatessen de la tierra. Porkolt, prstaci o brodet son algunos de los nombres que tienes que buscar en la carta. ¡Lo disfrutarás!
Por cierto, y que no se enfaden los italianos, en Dubrovnik se pueden probar excelentes pizzas. Si quieres juzgar por ti mismo o si simplemente quieres seguir tu viaje, desde Dubrovnik se pueden tomar ferries hacia la ciudad italiana de Bari. ¿Te ha entrado sed? No olvides beber de la fuente de San Onofrio. Dicen que da suerte...
Dubrovnik es la Perla del Adriático, la Atenas Dálmata, la ciudad donde se comen pizzas y helados sin tener que estar en Italia. Dubrovnik es tu base en una de las ciudades más espectaculares de la costa de Croacia. Y es que Dubrovnik es encanto, un puerto viejo y barcos que navegan hacia las islas cercanas.
Como destino de fin de semana o como punto de partida en tu viaje a Croacia o a los Balcanes, Dubrovnik es una ciudad única: recorrer las murallas desde lo alto y ver a un lado el mar y al otro la ciudad vieja. Pasear por calles antiguas, con un helado en la mano y con un buen plan en la cabeza. Mañana subirás a un barco y llegarás a las islas de Lokrum o Mljet o... ¿por qué no un road trip por la costa Dálmata?
Dubrovnik tiene muchos nombres y mucho carisma. Y Dubrovnik es una ciudad a la que llaman Perla del Adriático. Por algo será.
Si viajas a los Balcanes, Dubrovnik es imprescindible. Y si de cerca te parece impresionante, sube al monte Sdrj (subir es más fácil que pronunciar su nombre) y disfrútala desde las alturas.
Robles junto al mar: la imagen es tan evocadora como la ciudad que lleva su nombre. Pero hay más datos curiosos sobre Dubrovnik.
Dubrava: es la palabra de la que procede su nombre, y significa robledal.
Venecia: la histórica rival de Dubrovnik, ahora en paz.
45 días: son los que dura su festival de verano, un espectáculo de cultura, música y diversión.
Juego de tronos: la popular serie tenía que fijarse en Dubrovnik, y lo hizo para convertirla en decorado.
La ciudad vieja. Así se conoce a la zona más encantadora de Dubrovnik. ¿Lo viejo es siempre bonito? En el caso de Dubrovnik, sí. Iglesias, fuentes y sus impresionantes murallas se amontonan en un barrio que parece de otra época. Date un paseo, acércate a ver el Puerto Viejo, baja a la playa...
Las murallas de Dubrovnik son una de sus características más reconocibles. Por desgracia, la ciudad ha vivido guerra reciente y sufrió también un incendio que hizo peligrar su patrimonio. Por suerte, la ciudad sigue en pie, y es posible comprobarlo.
Si el centro de Dubrovnik se te queda pequeño, una excursión a sus islas cercanas es siempre una buena opción. Y es que Dubrovnik es una ciudad de mar, y el mar hay que navegarlo.
Caminar por las murallas (¡por encima!), subir al funicular para ver los tejados de su ciudad vieja o alquilar un kayak para probar tu destreza en las aguas del Adriático… Dubrovnik es la perla del Adriático, y descubrir por qué es sencillo.