1.885 apartamentos en Cracovia. ¡Resérvalo antes que nadie!
Apartamentos y casas vacacionales desde 21€/noche
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Ver oferta »
Polonia auténtica, frío de invierno y universitarios en sus bares. Eso es Cracovia, una de las joyas polacas donde lo medieval se mezcla con lo moderno. Mirar a tu alrededor y ver más iglesias que árboles en un bosque; comerse un obwarzanek en la calle después de pedirlo a trompicones (y señalando, claro); mezclarse con los estudiantes universitarios en Kazimierz, Podgorze o Drukarnia… ¡Cześć, Cracovia!
De imágenes de Juan Pablo II a su animada vida universitaria, Cracovia es una ciudad de contrastes y atracciones
La comida polaca, con los pierogi o la golonka en el pódium, es uno de los atractivos del país, y de Cracovia en particular. Tomar un bagel (obwarzanek) es uno de los deberes obligados, como lo son también perderse entre señoras mayores en el mercado (de día) y estudiantes universitarios (de noche).
Si estás a dieta, debes tener algo muy claro. La comida polaca no es precisamente la más baja en calorías. Pero piensa en un invierno frío y en una sopa caliente: ¿cómo te alimentarías tú en pleno mes de diciembre?
Cracovia deja ver su historia y su tradición católica de forma evidente. Souvenirs del Papa Juan Pablo II en las tiendas, la Capilla Real, la Basílica Kościół Mariacki y más iglesias de las que puedas imaginar son suficientes para entender la tradición de una ciudad y un país. Pero Cracovia son también sus estudiantes universitarios, que llenan bares y cafeterías, la Plaza del mercado (Rynek Glówny) o los obwarzanek que se venden en cada esquina... ¡pruébalos!.
Visitar la Ciudad Vieja o el Barrio Judío te trasladará a otro tiempo y te acercará a una ciudad bonita, histórica y monumental (dicen que tiene la plaza medieval más grande que se conserva). Porque si algo es fascinante en Cracovia es su centro histórico.Más iglesias que setas en otoño, tradición que se respira en la calle y en los templos, y el reconocimiento mundial de la UNESCO... la zona antigua o Stare Miasto es única y un motivo más que suficiente para visitar la ciudad.
Cracovia guarda mucha historia. Su barrio judío, la plaza medieval o el silencio católico de sus iglesias parece recordar qué ha pasado y qué ha vivido la ciudad.
Cracovia son los colores del otoño polaco. Cracovia es la colina del castillo de Wawel y los souvenirs del Papa Juan Pablo II. Cracovia son cafeterías, bares y codillo (golonka). Cracovia es tradición católica y pasado medieval.
¿Y si no tienes suficiente con la ciudad? Parece complicado, pero cerca de Cracovia hay atracciones tan imprescindibles como las espectaculares minas de sal de Wieliczka o el tremendo Auschwitz.
Los colores del otoño, el frío invierno o un verano vibrante hacen de Cracovia un destino con encanto durante todo el año. El centro de Cracovia es un espectáculo.
Haya o no festivales, la plaza del mercado, su histórico café Jama Michalika o la iglesia de Santa María tienen que estar en mayúsculas cuando prepares tu plan de viaje.
De la Iglesia de Santa María a la Plaza del Mercado, de un centro histórico protegido por la UNESCO a la vida nocturna que le da su población universitaria, Cracovia tiene mucho que dar.