Apartamentos en Moscú

Una ciudad que vale su precio

Moscú es grande, enorme. Anillo tras anillo, la ciudad crece a lo largo y a lo ancho. En medio, custodiada por rascacielos, murallas y avenidas, la Plaza Roja, símbolo de la ciudad. Ahí descansa Lenin (o no), y es que después de convertirlo en momia, sigue siendo una de las atracciones más populares de la ciudad. Prepárate para conocer una ciudad capital, monumental y donde los millonarios son multitud. Prepara también el bolsillo: Moscú es cara, pero es un destino imprescindible para cualquier viajero que se precie.

Rusia es grande, enorme… y Moscú un mastodonte sin fin

Tu estancia perfecta en un apartamento en Moscú

Si te encanta viajar y descubrir lugares nuevos, no puedes dejar de visitar la capital rusa. Los apartamentos en Moscú son la mejor alternativa para hospedarse en esta inmensa ciudad de más de 10 millones de habitantes. Tendrás la sensación de sentirte como en tu propio hogar, pero a solo unos pasos de los monumentos más importantes del mundo. Y es que la ciudad guarda tesoros que bien merecen una visita.

Hay infinidad de apartamentos vacacionales en Moscú, sea cual sea tu presupuesto y sea cual sea tu estilo de viaje. Tanto si vas en pareja como si quieres ir solo como si vas con un grupo de amigos o en familia, podrás encontrar la opción que mejor se adapte a tus necesidades específicas. Una forma de viajar totalmente diferente al tradicional hotel, que ofrece todos los detalles de este tipo de alojamientos, pero que proporciona una mayor libertad.

Principales monumentos de la capital rusa

El alquiler de apartamentos en Moscú te permite estar cerca de monumentos de la talla del Kremlin o de la Plaza Roja. Con sus más de dos kilómetros de murallas, el Kremlin se ha convertido en todo un símbolo de Rusia, un lugar por donde han pasado personajes tan importantes como Napoleón, Lenin y Stalin. Por su parte, la Plaza Roja es uno de los puntos más famosos de la ciudad, un espacio de 20.000 m2 donde sentir la inmensidad del país más grande del mundo.

Moscú ha sido testigo de los antiguos zares rusos y de la época comunista de la antigua URSS. Una ciudad llena de historia y de grandiosas construcciones que atestiguan ese magnífico pasado. Debido a su importancia como destino turístico, encontrar alojamiento en Moscú es verdaderamente sencillo. Apartamentos para descubrir este bello país del Este, pero sin renunciar a las comodidades de una casa.

Mejor época para visitar la ciudad

El alquiler de temporada en Moscú está diferenciado en dos estaciones principales: el verano y el invierno. En verano puedes encontrar apartamentos que te permitan disfrutar del buen tiempo en la ciudad y del mayor número de horas de sol. En invierno, Moscú cuenta con numerosos alojamientos en los que resguardarse del frío mientras se vive la magia de una ciudad cubierta por la nieve.

Más allá de la ensaladilla

No es por hacer un chiste fácil, o sí: no esperes ensaladilla rusa en Moscú. O por lo menos no la esperes igual que la que prepara tu madres. Lo que sí puedes esperar son ensaladas, arenques y remolacha, pero hay más.

Ha pasado tiempo desde aquellas colas que veíamos en los informativos, y ahora Moscú (y Rusia) ha abierto las puertas incluso a la comida de fuera. Sí, las hamburguesas del McDonalds también han llegado.

Antes de acercarte al restaurante, eso sí, prepárate para recibir un trato mejor o peor. Lo de ser simpáticos con los clientes, no es una tradición o una garantía en los restaurantes rusos. Y Moscú no es una excepción.

7 sabores moscovitas

Vodka: más que sabor, un chute de alcohol para tu body. Evita las tiendas extrañas y las etiquetas poco serias...

Blinis: si existiera una crèpe rusa, se llamaría blini. No han llegado a dominar el mundo, pero son baratos y una gran solución para matar el hambre.

Pelmeni: Moscú también es un buen lugar para un plato que podrías creer made in Italy. Pues no: es ruso, y a mucha honra.

Syrniki: el queso es el jefe en este plato similar a los blinis.

Borscht: la sopa con más solera se encuentra incluso en los restaurantes de comida rápida. Porque no todo son hamburguesas o hot-dogs.

Pirozhky: rellenos variados para una de las comidas de calle más populares de la ciudad.

Tes: directos del samovar, los tés son una de las bebidas más habituales en Rusia.

The tables on this website are created with DivTable.com. Please subscribe for an online HTML editor membership to stop adding promotional messages to the documents.

Del Kremlin a la Plaza Roja

Rusia es grande, enorme… y Moscú un mastodonte sin fin. De la Plaza Roja al cielo. Moscú tiene en su rincón más famoso, un motivo suficiente para la visita. Pero no el único. De rascacielos de altura idéntica al siempre enigmático Kremlin, la ciudad guarda tesoros conocidos y desconocidos. Pero solo con los clásicos tendrás para llenar todo el tiempo de tu visita:

Plaza Roja y la catedral de San Basilio: si hay una imagen típica en Moscú, la plaza y su particular catedral se llevarían el premio seguro.
Ploschad Revolutsii: revolución es una palabra que nos hace pensar en Rusia y la antigua Unión Soviética. La plaza de la revolución es uno de sus puntos clave.
Kremlin: allá donde se decide, con más o menos polémica, lo que pasa en Rusia. Kremlin quiere decir muchas cosas, y el secretismo se palpa en su espacio.
Metro
Catedral del Cristo Salvaje: las iglesias y las catedrales de la ciudad son uno de sus tesoros. Una de ellas pero no la única es la del Cristo Salvaje.
Las siete hermanas de Stalin: 7 rascacielos llenos de leyenda y parte fundamental del horizonte moscovita.
Pedro el Grande: una de aquellas estatuas de gusto discutible, pero de tamaño colosal...
Parque Kolómenskoye: lugar preferido por los locales, visitar el parque es ver cómo se mueven los locales un día cualquiera.
Monasterio Novodévichy: lejos del centro, cementerio y monasterio dos en uno.

Galería Tretyakov y Museo Pushkin: el arte es siempre el arte. Y en Moscú no falta. Dos de las visitas imperdibles son Tretyakov y Pushkin.

Una ciudad de historia con mil historias

Una ciudad de billonarios (sí, bi), de metros legendarios y de misterios. ¿Sabías que la voz del metro es de un hombre o de una mujer dependiendo de la dirección que tomes? Solo te faltará entender, un poquito, de ruso.

Despierta en Moscú. Siéntete en el centro de Rusia sin estarlo. Piensa en zares, en revoluciones y en lo lejos que está Siberia. Un paseo por la Plaza Roja, la boca abierta en el Kremlin y fundirte entre más de 10 millones de personas… Moscú no es toda Rusia, pero dala idea de lo grande que puede llegar a ser un país.

Un traguito de vodka, un buen borsch caliente para recuperar el estómago y a recorrer la ciudad por arriba y por debajo en su metro de museo. ¡Nasdrovia!

Tus deberes en Moscú

¿Ya te has hecho la foto en la Plaza Roja? ¿Has saludado ya al difunto Lenin? Moscú tiene mucho por hacer y por recorrer, además de las atracciones de cabecera. Coleccionar fotos de iglesias y catedrales, dejarse el suelo en el GUM o el TSUM, disfrutar de viajes subterráneos que son toda una atracción… no te acabarás Moscú ni en todas las vidas de un gato.

Si vas a Moscú…

Acuérdate de su historia: todo lo que hay dentro del Kremlin recuerda al pasado y al presente, al poder y a los zares de otros tiempos.
Baila… o mejor mira cómo bailan: visitar el teatro Bolshoi es acercarse a la excelencia de la que siempre se piensa cuando se habla de Rusia.
Cómprate unos zapatos (o lo que sea): las compras son un pasatiempos favorito entre los rusos cuando viajan fuera de sus fronteras. Y dentro también.
Saluda a mr. Lenin: desde luego se trata de un lugar impactante. El mausoleo que todavía hoy conserva el cuerpo de Lenin, sus guardas… se trata de toda una experiencia.
En barco por el Moscova: el río de la ciudad ofrece un punto de vista diferente. Tomar un barco es una buena forma de darle un descanso a tus pies.
El arte está bajo tierra: el metro es indispensable para moverse por la ciudad. Pero es que algunas de las estaciones de Moscú son auténticas obras de arte.
Siente el espíritu literario: lugares como el café Pushkin te invitarán a conversaciones ilustradas.
Aprende cirílico: tal vez lo mejor es que lo hagas antes de ir, te echará un buen cable a la hora de moverte arriba y abajo.