Apartamentos en El Born, Barcelona

El centro de Barcelona esconde en su corazón el Born, un sector de belleza singular y de muchos contrastes en el que conviven edificios históricos con las propuestas más innovadoras y arriesgadas de arte, moda y gastronomía. En su intrincado irregular se encuentran algunas joyas de la Cuidad Condal, unos atractivos que mejor disfrutar sin turistas por la noche; siendo este un motivo más para elegir un alojamiento en el Born.

El corazón y el alma del Born

Imagina despertarte en un acogedor piso en el centro de Barcelona, con plantas y flores que caen desde un balconcito de estilo francés hasta una calle adoquinada. Los apartamentos en el Born ofrecen a sus visitantes estas vistas tan especiales en medio de la Ciudad Condal, un lugar en el que la historia y la vanguardia se fusionan en un intrincado de calles serpenteantes que fluyen con suavidad hasta edificios medievales de piedra o pintorescas placitas.

El sector del Born ofrece a sus visitantes una de las facetas más históricas de Barcelona como la Iglesia de Santa María del Mar, un edificio de estilo gótico con altos arcos de piedra e imponentes ventanales que podríamos considerar el alma del barrio. Por otro lado, su corazón es el Passeig del Born, una calle arbolada perfecta para el alquiler de apartamentos en el Born y que concentra los mejores restaurantes de la zona.

Además de todos sus atractivos culturales, en este pintoresco sector de la capital catalana podrás saborear las propuestas gastronómicas más arriesgadas o darte un capricho en las tiendas de ropa vintage. Con los apartamentos en el Born no tendrás que cargar tus compras, podrás dejarlas en tu piso en el Born y seguir la jornada.

Una zona de contrastes

El Born es un barrio de contrastes y nada lo ejemplifica más que la Calle Montcada. El afamado Museo Picasso se encuentra en uno de los palacios Góticos de esta travesía; pudiendo admirar otras obras artísticas modernas en el Galería Maeght y el Museu Barbier Mueller.

Por último, la modernidad del Mercado de Santa Caterina contrasta de forma harmoniosa con el resto de construcciones históricas de este sector. Paseando por sus tres plantas es fácil sentirse un habitante más del Born y caer en la tentación de hacer un tentempié y probar algunas propuestas gastronómicas más típicas de Cataluña.